(Transcripción)

A Demi Moore la llegaron a llamar Giveme More, porque, por lo visto, cuando alcanzó el éxito, pedía mucho dinero y siempre tenían problemas cuando la contrataban por eso. Ha hecho grandes películas (personalmente, la que más me gusta es Ghost) y luego ha hecho otras películas que los críticos las definirían como bodrios pero yo, que soy amante de los estrenos TV, podría ver e incluso disfrutar… aunque sólo sea una vez. Por lo poco que sé de ella, es una persona muy perfeccionista y debe tener un carácter difícil.

Pero tiene algo. No es como Meryl Street, ni como mi actriz española preferida, Verónica Forqué… pero tiene una mirada y un rostro que tiene algo, no sabría decir ( especialmente cuando llora en las películas).

Un día le hicieron una propuesta a Giveme More… no sé si la actriz hubiera aceptado dada esa fama de usurera que le han dado. En la película un todavía muy guapo y atractivo Robert Redfor le propuso al que hace de marido de Demi, un también muy guapo Woody Harrelson  una noche con su mujer por un millón de dólares en una película titulada “Proposición Indecente”.

La verdad es que el personaje que encarnaba Demi Moore tenía dos grandes alicientes. Por un lado, el tema económico que, al parecer, era un problema en la joven pareja y, por otro lado, ya te digo, el atractivo de uno de los rubios con más fama de guapo del cine de los setenta y ochenta, considerado un sex simbol. Claro, así cualquiera cae. Si la propuesta se la hubiera hecho un tipo físicamente poco agraciado y que además fuera un borde grosero… ya la cosa cambia.

Un millón de dólares… ¿lo harías? Una noche y ya está, vida resuelta. Bueno, al millón de dólares tienes que quitarle el pellizco de hacienda pero, claro, acostumbrado a que cuando llega el pellizco te quedas pelado, en esta ocasión ni siquiera te duele. Te quedas con 790.000 dólares y además tendrás que pagar un día de seguridad social porque, claro, es el pago por un día de trabajo. … así que si algún día te hacen esa propuesta,  pide que sean limpios de impuestos ¿no?

Esa película se llama “Proposición indecente” porque en el fondo no deja de ser una invitación a la prostitución. ¿Cuántas proposiciones indecentes nos harán a lo largo de la vida disfrazadas de razones nobles?

Desde mi punto de vista aceptar un trabajo infeliz es aceptar una proposición indecente porque vendes todo: vendes tu tiempo con tu familia, vendes tus sueños, vendes tu proyección profesional, tu salud mental y física… y todo eso por cuatro miserables euros y a eso le llaman, una vida honrada, honorable…  creo que aceptar eso es peor que aceptar la propuesta que le hicieron al personaje de Demi Moore.

  • Hacer cosas que no deseas a causa de un chantaje emocional, es aceptar una proposición indecente.
  • Tener una relación con una persona que te hace daño, es aceptar una proposición indecente.
  • Renunciar a tu identidad por encajar en un grupo de personas… es aceptar una proposición indecente.
  • Renunciar a tus principios para encajar en una empresa… es aceptar una proposición indecente.
  • Dejarte humillar en cualquier aspecto, no sólo en el sexual, sea por dinero o por amor, es aceptar una proposición indecente.
  • Tener que poner buena cara a quien se ríe de nuestro aspecto, faltándonos el respeto, para que no parezcamos que no tenemos sentido el humor…. Es aceptar una proposición indecente.
  • Tener que renunciar a nuestra vocación porque no parece una profesión rentable o deseada por las personas que se supone que nos quieren y a las que queremos… es aceptar una proposición indecente.
  • Darles a otras personas la capacidad de mando sobre nuestras vidas, nuestro tiempo y nuestras tareas sólo por el hecho de que dependemos económicamente de ellas… es aceptar una proposición indecente.
  • Renunciar a nuestro derecho a buscar la felicidad por tratar de satisfacer los deseos de otra persona es aceptar una proposición indecente.
  • Asumir como verdad las críticas destructivas de los demás es aceptar una proposición indecente.

 

No iba por aquí el tema de este audio pero me ha parecido importante hacer esta lista… sobre todo para recordármela a mí misma porque es fácil aceptar proposiciones indecentes y no necesariamente por dinero, a veces lo hacemos por amor o por miedo.

Comulgar con ruedas de molino… nunca es una buena idea.

 

Pero, como te decía, no iba por ahí la cosa… yo quería hablar del millón de dólares. Y es que estoy tan ilusionada con el tema de impartir clases de danza del vientre que me he dado cuenta de que se ha convertido en un gran aliciente para mí. De repente acabo de encontrar la solución a algo que me estaba costando mucho trabajo y es hacer ejercicio en casa con constancia los días que no podía salir a la calle y he pensado que  sería genial recopilar todas las ideas que pueden ayudarnos a adelgazar con el incentivo económico. Si yo fuera un indio americano y decidiera ponerme un nombre me llamaría con uno de los siguientes nombres:

 

Cabeza que echa humo

Mujer de pensamientos hilados

Ideas con espíritu inquieto

Palabras que no cesan

 

Por favor, un traductor de arapahoe que me traduzca estos nombres en su idioma.  Por algún motivo que no entiendo, mi cabeza es tan adicta a las ideas como mi cuerpo al café. Me la paso todo el día creando ideas. Es deporte nacional….  Y muchas de ellas me han llevado muy lejos pero otras, he de reconocerlo, han sido muy locas.

Creo recordar habértelo contado hace poco el que un día se me ocurrió convertirme en entrenadora personal y mi primer novio me dijo que lo olvidara porque, para eso tenía que tener un cuerpo excepcional y que yo no lo tenía pese a que, yo estaba fenomenal en aquella época comparado con ahora.. ¿ves? Proposición indecente es aceptar que un novio te hable de esa manera.

Bueno pues, cuando dejé a aquel novio tan paralizante me juré que todo aquello que se me pasara por la cabeza lo iba a llevar a las manos y he de reconocer que todas mis locas ideas, las he intentado llevar a la realidad… menos la biciglobo por falta de conocimientos técnicos.  ¡Por favor! Inventa la biciglobo y regálame una. Mira, no he hecho patente.  A lo mejor existe pero yo no la he hecho. Te cedo el derecho a registrar la patente de la biciglobo pero cuando ganes dinero con ella… será porque existe la biciglobo y en ese momento me tendrás que regalar una… con eso soy feliz.

Pues bien, volviendo al caso, voy a hacer un braimstorming (me encanta pronunciar esta palabra ) y te voy a dar ideas para que ganes dinero mientras consigues tu objetivo de adelgazar. Voy a empezar por las más sencillas para ir complicándolas hasta que encuentres la que se ajusta a tu forma de ser.

  1. Convertirse en un nutricionista y asistir a pacientes. Es una forma convencional de aprender nutrición y de paso ayudar a otros, cobrando dinero.
  2. Hacerse entrenador de algo. No voy a decir todas las cosas de las que podrías hacerte entrenador porque eso sería hacer trampas pero podrías tener tu gimnasio o ser profesor de algún deporte concreto: tenis, surf, buceo, fútbol, acuagim….
  3. Esta idea la he ejercido yo y la llamaba andar y aprender. Consistía en crear un grupo de chicos y chicas y llevármelos a andar en ciudad mientras hablábamos de cosas que podía enseñarles. Concretamente lo que yo hacía era enseñarles a identificar plantas que hay en la ciudad y que tienen propiedades.
  4. La misma versión puede utilizarse como terapia psicológica o como sistema de coaching. Ese era mi objetivo con las charlimarchas pero no funcionaron muy bien.
  5. Hacer rutas de senderismo pero curiosas. Por ejemplo, en Granada hay un chico que te lleva por las catacumbas de la ciudad, los subsuelos y similares. Pues ahí imagina: los sitios de apariciones fantasmales, o senderismo de iglesias, o senderismo de monumentos, si eres guía pero todavía puedes hilar más fino y hacer senderismo de cosas raras como simbología templaria (bueno, eso será en ciudades europeas pero seguro que hay muchas cosas por descubrir de los antiguos de tu pueblo), o de sitios que mejores vistas tienen… en fin, rutas de lo que se te ocurra que sea lo más original posible.
  6. Animar el baile en las discotecas. Podrías crear coreografías muy sencillas de canciones que suenan en las discotecas y presentarte como animador o animadora de coreografías para que la gente baile al unísono.
  7. Repartir publicidad
  8. Llevar recados
  9. Montar un bar de alimentos y recetas sanos para gimnasios y oficinas.
  10. Dar clases a domicilio de cualquier cosa que suponga ejercicio.
  11. Cocinar a domicilio.
  12. Trabajar en mudanzas.
  13. Pasear perros
  14. Ser animador en fiestas infantiles enfocado a que los niños hagan mucho ejercicio: juegos tipo pilla pilla, escondite y luego otros que te inventes que te obliguen a moverte mucho.
  15. Hacer un pequeño servicio de mensajería en bicicleta por los centros de la ciudad (dadas las dificultades de entrar con el coche).
  16. Hacer el servicio… pero haciendo running.

A ver, a ver… cabeza echando humo… ya empieza a ser difícil.

  1. Inventarse un deporte y convertirse en monitor como, por ejemplo el balonfutbol o el tenis con balones medicinales (ese sí que tiene que ser duro) o el patineting, el criquetpimpón… no sé invéntate uno.
  2. Vender biciglobos haciendo demostraciones.
  3. Hacer chi kung o similar en residencias de ancianos.
  4. Enseñar a bailar sevillanas a extranjeros.
  5. Enseñar baile irlandés a nacionales.
  6. Ser animador de cama elástica (inventándose juegos o bailes).
  7. Ser coach de campo ofreciendo experiencias de superación y deporte a la vez.
  8. Crear un sistema de aprendizaje con deporte y hacer sesiones en el colegio (por ejemplo, la tabla de multiplicar mientras saltas a la comba).
  9. Ofrecer sesiones deportivas en las playas (aerobic para chicas y cosas así).
  10. Hablando de playas, ser recadero de playas.
  11. Escribir un libro sobre nutrición de lo que investigas y publicarlo en Trebolarium…

Se me acaban las ideas…. Cabeza echando humo parece que ahora arder en llamas.

El caso es que ganar dinero a la vez que consigues tu objetivo de adelgazar es una gran idea ¿no te parece? Yo sé que vas a encontrar un obstáculo mental… bueno, quizá encuentres alguno que esté fuera de mi alcance y si es así, compártelo conmigo a ver si Cabeza echando Humo, encuentra alguna idea para resolverlo.

Pero el que yo sé que te vas a encontrar es el miedo a que, como estás en proceso de adelgazar, la gente no quiera contratar tus servicios dado tu volumen. Bueno, no sabes ni lo que peso ni lo que mido porque me da vergüenza decirlo pero sí te digo en tono burlón que mañana habrá un terremoto en Aguadulce cuanto imparta mis clases de danza del barrigón… digo, del vientre. Pero juré hacer todo lo que pasara por mi entrecejo o al menos intentarlo.

Si no lo haces, querido amigo o querida amiga, pierdes dinero y la oportunidad de adelgazar y si lo haces ¿Qué puede pasar? ¿Qué no se apunte nadie porque tienes más kilos que tus alumnos?  ¿Y si eso les hiciera sentirse cómodos contigo? ¿Y si un día alguien se apunta y corre la voz y acabas como un o una sílfide a base de llevar a cabo tu idea?

Que nadie te ponga límites y menos tú. ¿Te acuerdas cuando te decía eso de “ponte los calcetines”? Pues eso, no dejes de hacer lo que te has propuesto para mejorar, por loco que parezca porque al final, el triunfo es tuyo y la gloria es tuya y el dinero también.

 

 

 

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